Archivos de Nibia

Nibia Prieto, tomó la primera comunión el 31 de octubre de 1948 en la Capilla del Carmen, en Toledo. En su mesa de luz guarda un cuadernito que tiene oraciones para leer al levantarse y oraciones para leer al acostarse, y entre sus hojas, varias tarjetas de otras comuniones, de otras personas, que usa para marcar páginas que también subraya con lápiz, el cuadernito es de 7 cm, de la editorial Mosca hnos y se imprimió 10 años antes de que ella tome su comunión. En su mesa de luz tiene también un librito parecido a una biblia, con los bordes de sus hojas de un dorado muy brillante, el libro trata sobre semana santa, lo ha leído todo y más de una vez, este libro es sagrado, no lo subraya, lo llena de marcadores improvisados, tickets de tienda inglesa, estampitas de santos, pedazos de recibos de luz, flores y hojas de arboles, el libro casi ya no puede mantenerse cerrado. 

Su flor favorita es el pensamiento amarillo, esa flor se encuentra entre sus libros un numero de veces prudente, si fuesen mas, podría decirse que fuese para ella una flor insignificante, pero las guarda entre servilletas e incluso anota la fecha en la que les ha quitado la vida. En el libro Cartas Ana María de Jesús, el tomo 2, se encuentran varias de esas flores, también de eucalipto blanco y de acacias, es un libro que lee mucho afuera, en el parque al lado de su casa.

Nibia tiene cierto miedo al olvido, quizá sea por la edad, en las primeras páginas de sus libros muchas veces anota quien se lo ha regalado o en qué fecha lo compró, o una reseña del libro si es que ya lo ha leído, pero también anota citas de libros que le gustan, incluso listas de autores que quiere leer luego o citas de la biblia, es que Nibia lee mucho fuera de su casa y nunca sale con una libreta, con el tiempo decidió que el respeto por sus libros comienza luego de las 2 primeras páginas. Es profesora de 4to, al menos este año, y muchas veces, cuando lee una novela se le cruzan ideas sobre alguna clase que tiene que dar, y anota sus planes en las primeras hojas del libro, luego sigue leyendo. A veces se olvida de esas anotaciones y se arrepiente de no llevar una libreta todo el tiempo encima, Nibia escribe constantemente, en cualquier papel que se le cruce, escribe recetas en papel de calcar, practica portugués en los recibos del edificio donde vive, incluso escribe poemas ajenos en los retazos de hojas que sobran de alguna hoja que ha cortado para marcar un libro. Todo esto denota no solo miedo al olvido, sino una sed insaciable por saber, su casa está llena de listas con títulos de libros por leer y de poemas que guarda para leer después, Nibia arrastra una nostalgia espesa que le impide deshacerse de cualquier libro o papel, por mas viejo e inútil que sea, porque algún día, va a volver, porque algún día va a olvidar y querrá recordar. Nibia anotó en el libro titulado Cómo mantenerse esbelta: "Regalo de mi mamá, pensando seguramente que su hija algún día sería esbelta y paciente, aunque esto es más factible hoy día".

Todo esto lo sé, porque Nibia murió y tiraron todos sus libros a la volqueta, más de 300 libros y todos con notaciones, flores, tickets y recibos. Sabemos qué arboles la rodeaban, y que vivía frente a Tienda inglesa, también sabemos que tomaba vino tinto y comía cereales, y que tuvo una mamá. Por sus libros sabemos que le gustaban las flores, la fotografía, la pintura y la historia, por sus notaciones sabemos que también sabia mucho al respecto.















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