Higo
Tiene sabor a uno de esos días que todavía no han pasado, y que por eso se extrañan con poca cordura. Es el secreto del amor entre las manos, que nunca se abrieron. La sospecha de pieles apolilladas, las ramas pesadas de la higuera del fondo, del pasado, del patio abandonado, donde alivianábamos su peso arrancando el fruto viejo, dulce y caliente.
Comments
Post a Comment